En la feria
Mobile World Congress de Barcelona, y a casi un año de la salida de su
predecesor, se presentó al último dispositivo de la empresa surcoreana Samsung,
el Samsung Galaxy S5, que busca competir con el futuro iPhone 6.
Su
construcción de plástico brillante sigue estando ahí, especialmente en los
bordes que nuevamente intentan parecer de metal. Pero la compañía cambió un
poco las cosas en la cubierta trasera, usando un plástico con pequeñas
perforaciones, disponible en cuatro colores: azul eléctrico, negro, blanco y
dorado.
Las características
técnicas del celular son los siguientes: pantalla de 5.1 pulgadas Super AMOLED
Full HD con resolución 1920x1080 píxeles, procesador Qualcomm Snapdragon 801 a
2.5 GHz acompañado de 2GB de RAM, cámara de 16 Megapíxeles con flash LED,
cámara frontal de 2.1 Mpx, grabación de vídeo en 4K, resistencia al agua y
polvo, sistema operativo Android 4.4.2 KitKat con interfaz TouchWiz,
almacenamiento interno de 16 y 32 GB ampliable a 64 GB y batería de 2.800 mAh.
Además, se
destacó la compatibilidad que el aparato tendrá con los nuevos relojes
inteligentes Galaxy Gear, en la cámara un autofoco más rápido, un sistema de
ahorro de energía que convierte la pantalla en blanco y negro y la inclusión de
un sensor de ritmo cardiaco.
La gran
novedad es el sensor de huellas, que servirá además del desbloqueo para pagos
online.
Se espera que
salgan dos versiones más, el mini y el prime, que será más caro y tendrá
una resolución de pantalla 2K.
El Samsung
Galaxy S5 se venderá en 150 países desde el próximo 11 de abril. Sin embargo,
aún no se ha especificado su precio.
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