El diseño del
Macbook Air hace ya tres generaciones que no cambia. El Macbook Air sigue
siendo un modelo con exquisito acabado, poco peso (el de 13 pulgadas queda en
apenas un kilogramo y 300 gramos) y con dos elementos básicos en un nivel
superior: el teclado, que se mantiene retroiluminado e increíblemente
cómodo, y el touchpad, de buen tamaño y esencial para sacar todo el provecho de
Mac OSX.
A nivel de
conexiones, tampoco Apple da su brazo a torcer, aunque en la última renovación
ya incluyó el puerto USB 3.0. Así que en sus laterales encontramos
ahora el conector Magsafe de segunda generación, un puerto USB 3.0,
el conector de auriculares y la única novedad en forma de doble micrófono
para conseguir más fidelidad con el reconocimiento de voz y la cancelación de
ruido cuando hacemos videollamadas.
En el otro
lado está el conector Thunderbolt, el segundo puerto USB también 3.0
y la ranura para tarjetas de memoria. Así que por ahora, sigue siendo
necesario cargar para los viajes con dos adaptadores: uno para una pantalla externa
con HDMI o el televisor, y otro para tener un puerto Ethernet.
El modelo de
13 pulgadas mantiene la resolución de 1440×900 píxeles, para una densidad de
128 ppp, cifra lejana a lo que nos están acostumbrando los fabricantes. La
pantalla se ve muy bien, sin reflejos, con brillo suficiente.
El
rendimiento del Macbook Air con los nuevos chips de Intel y la GPU 5000
prácticamente ha sido idéntico al del modelo de la generación anterior.
A nivel de GPU,
una novedad de los nuevos Intel es la gráfica integrada HD 5000, que sí
que mejora el rendimiento de la generación anterior (la diferencia principal es
en núcleos).
El SSD,
de serie 128 GB como el modelo que hemos probado, vuelve a ser un elemento de
alta calidad en el Macbook Air, y clave para entender por qué funciona tan
bien.
Mención
especial merece el tema del calor. Incluso en pleno julio, con más de 30 grados,
el Macbook Air no ha mostrado ser un peligro para nuestra piel o salud. Con
navegación y ofimática nunca se nos ha calentado nada del equipo, algo que sí
ocurre con generaciones anteriores.
Otra mejora
interesante tiene que ver con la conectividad WiFi 802.11ac, que promete
mejores velocidades de navegación si tenemos el router y equipo adecuado.
Donde Apple
se muestra también impasible es en la incorporación de conectividad 3G o mejor, LTE.
Si bien el uso de dispositivos MiFi o tethering para compartir la conexión es
sencilla y potente, tener la opción de conectividad integrada y directa en
un equipo hecho para viajar, debería estar presente.
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